Los diseños de Sara Adelaida no podrían encajar mejor con el estilo de nuestra tienda. Ella misma explicó en la web de Esdemga al referirse a su colección, que por cierto lleva el nombre de una canción popularizada por Ella Fitzgerald, que empezó inspirándose en la personalidad de Rose Cumming, quien abrió desde Nueva York el camino del diseño de interiores al resto de mujeres. A través de esta pionera y también con la ciudad norteamericana como punto de referencia (allí desarrolló las prácticas de su titulación en Deluna By Design), la creadora gallega se introdujo en el glamuroso universo de los años 20 "y me sorprendí del choque tanto cultural como de valores que se reflejaba perfectamente en el mundo de la vestimenta a través de un hecho: las bodas". A Sara Adelaida le pareció fascinante "esa dualidad entre el desenfreno y la tradición" y así se sumergió de lleno en un choque estilístico que conjuga la calidad de los vestidos de novia con el colorido de la noche, "esperando haber podido captar un pedacito de la historia de estas elegantes mujeres y haberlo traído hasta nuestros días".
El Art Déco, el movimiento de diseño popular que entre los años 20 y 30 influyó tanto la arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, como la moda, pintura, grabado, escultura y cinematografía, también está presente en los modelos de Sara Adelaida, como en esta cazadora, que guarda sorpresas tanto por delante como por detrás, como podemos ver en las imágenes. "La pedrería tiene que ver con la suntuosidad de aquella época _cuenta Sara_, donde todo eran brillos". Toda es auténtica y da una idea de la riqueza, la alegría y carga emocional que destila esta colección para su autora y para quienes podemos gozar de verla. La tela vaquera la añadió "para darle un toque moderno".
Esta otra imagen muestra otro diseño de cazadora vaquera a conjunto con un vestido rosa también años 20.
Además de los brillos, la riqueza de esta colección radica también en las puntillas que incorporan los vestidos. Son todas antiguas y muchas de ellas la diseñadora las consiguió en Nueva York, al igual que varias de las telas utilizadas, entre las que figuran tules de seda.
En el caso del siguiente modelo, queremos mostraros además de su espectacular parte delantera, el escote de la espalda, para el que la diseñadora se sirvió de un sujetador antiguo, también neoyorquino.
Los zapatos que consiguió a través de un proveedor en México fueron decorados por Sara Adelaida con la misma riqueza de matices de sus prendas. Además de los escenarios americanos, otras telas y puntillas fueron adquiridas en Madrid y Barcelona, "Hay un poco de todos los sitios", cuenta la autora.
Esta magnífica exposición permanecerá abierta a lo largo de los meses de mayo y de junio y en fechas próximas os anunciaremos un evento especial para presentarla al público. "Iniciativas de este tipo para mostrar nuestro trabajo están muy bien _añade Sara_, porque hasta ahora lo hacemos solo en la pasarela Debut. Este es otro escaparate. La verdad es que conecta muy bien con la tienda y es una colección ponible". Desde luego, es de las que queda en la retina, como las buenas películas.
ALI M.
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