viernes, 22 de mayo de 2015

En La Buhardilla



   Esta semana tenemos otro punto de encuentro con Lagasca Vintage Backstage en Pontevedra. Hasta el domingo, hay un poquito de nosotros en La Buhardilla, un showroom que pretende mostrar el buen hacer de varias empresas relacionadas con la organización y celebración de eventos no convencionales y que está organizado por la firma Elefantes de Cacharrería. Con vistas a la praza da Ferrería (está ubicado en el número 6, 2º piso), el corazón de la ciudad pontevedresa, este showroom nos muestra toda una guía de opciones de vestuario, decoración, complementos o diseño gráfico y también de ritmos musicales para crear "momentos únicos e irrepetibles".
   En el caso de nuestra beauty concept store podréis encontrar una selección de nuestros espectaculares vestidos de fiesta y también de complementos. Otra de nuestras joyas es el vestido de novia vintage que os mostramos en la siguiente imagen, en seda beige y de los años 40. Para novias atrevidas!





Ayer, nuestra Iria Piris también estuvo en La Buhardilla, a donde trasladó su maletín de maquillaje y su equipo de manicura para ofrecer a las visitantes del showroom una tarde de beauty a precios especiales. A la vista están los resultados!.





   Además de Lagasca Vintage Backstage y Elefantes de Cacharrería, exponen su trabajo Nalatcha, Sweetparipé, Pontejabón, la fotógrafa Beatriz Baqueiro, Lourdes Sampedro, Antonietas, Bodagrafic Pattuka, Máster Discotecas Móviles, Picstory y 3,2,1 Sonríe. Podéis visitarlo hoy de 17 a 21 horas y mañana y el domingo de 12 a 14 y de 17 a 21 horas.


ALI M.



jueves, 14 de mayo de 2015

Sara Adelaida, el debut de Esdemga en Lagasca



   Por su espectacularidad, por sus materiales y por su detalladísima y cuidada confección, este podría ser uno de los vestidos de alta costura que estos días de mayo lucen las estrellas del celuloide en el Festival de Cine de Cannes. Pero el talento nos pilla mucho más de cerca, concretamente en la Escola de Estudos Superiores de Deseño Téxtil e Moda de Galicia, Esdemga. Allí estudió Sara Adelaida Cerqueira, la alumna con la que Lagasca Vintage Backstage inicia una colaboración con el citado centro de moda pontevedrés para exhibir periódicamente las creaciones de los jóvenes diseñadores gallegos. A lo largo de este mes de mayo, uno de los escaparates de nuestra concept store de Manuel Quiroga 17 está plenamente ocupado por las creaciones de esta joven, que presentó la colección Ain't Misbehaving (es su proyecto de fin de carrera) en la pasarela Debut en noviembre del pasado año, y por la que recibió una mención honorífica por parte del jurado.

  
   Los diseños de Sara Adelaida no podrían encajar mejor con el estilo de nuestra tienda. Ella misma explicó en la web de Esdemga al referirse a su colección, que por cierto lleva el nombre de una canción popularizada por Ella Fitzgerald, que empezó inspirándose en la personalidad de Rose Cumming, quien abrió desde Nueva York el camino del diseño de interiores al resto de mujeres. A través de esta pionera y también con la ciudad norteamericana como punto de referencia (allí desarrolló las prácticas de su titulación en Deluna By Design), la creadora gallega se introdujo en el glamuroso universo de los años 20 "y me sorprendí del choque tanto cultural como de valores que se reflejaba perfectamente en el mundo de la vestimenta a través de un hecho: las bodas". A Sara Adelaida le pareció fascinante "esa dualidad entre el desenfreno y la tradición" y así se sumergió de lleno en un choque estilístico que conjuga la calidad de los vestidos de novia con el colorido de la noche, "esperando haber podido captar un pedacito de la historia de estas elegantes mujeres y haberlo traído hasta nuestros días".


   El Art Déco, el movimiento de diseño popular que entre los años 20 y 30 influyó tanto la arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, como la moda, pintura, grabado, escultura y cinematografía, también está presente en los modelos de Sara Adelaida, como en esta cazadora, que guarda sorpresas tanto por delante como por detrás, como podemos ver en las imágenes. "La pedrería tiene que ver con la suntuosidad de aquella época _cuenta Sara_, donde todo eran brillos". Toda es auténtica y da una idea de la riqueza, la alegría y carga emocional que destila esta colección para su autora y para quienes podemos gozar de verla. La tela vaquera la añadió "para darle un toque moderno".

   
   Esta otra imagen muestra otro diseño de cazadora vaquera a conjunto con un vestido rosa también años 20.



   Además de los brillos, la riqueza de esta colección radica también en las puntillas que incorporan los vestidos. Son todas antiguas y muchas de ellas la diseñadora las consiguió en Nueva York, al igual que varias de las telas utilizadas, entre las que figuran tules de seda. 


   En el caso del siguiente modelo, queremos mostraros además de su espectacular parte delantera, el escote de la espalda, para el que la diseñadora se sirvió de un sujetador antiguo, también neoyorquino.




   Los zapatos que consiguió a través de un proveedor en México fueron decorados por Sara Adelaida con la misma riqueza de matices de sus prendas. Además de los escenarios americanos, otras telas y puntillas fueron adquiridas en Madrid y Barcelona,  "Hay un poco de todos los sitios", cuenta la autora.



 Esta magnífica exposición permanecerá abierta a lo largo de los meses de mayo y de junio y en fechas próximas os anunciaremos un evento especial para presentarla al público. "Iniciativas de este tipo para mostrar nuestro trabajo están muy bien _añade Sara_, porque hasta ahora lo hacemos solo en la pasarela Debut. Este es otro escaparate. La verdad es que conecta muy bien con la tienda y es una colección ponible". Desde luego, es de las que queda en la retina, como las buenas películas.

ALI M.









miércoles, 6 de mayo de 2015

Un bistró "made in" Lagasca

  

En Lagasca Vintage Backstage tenemos reservas suficientes no solo para vestirte a ti, sino también a tu hogar o tu negocio. Hoy queremos hablaros de nuestro primer gran proyecto de decoración integral, en este caso industrial, y lo haremos sentadas a la buena mesa, la del restaurante del Liceo Casino en el Parque de Verano de A Caeira, que dirige la chef Carla Álvarez.


   Se trata de un proyecto todavía en marcha, pero que los socios de la entidad pontevedresa que eligieron este espacio para celebrar el Día de la Madre el pasado domingo ya han podido saborear en parte. Mercedes Escauriaza y Mercedes García-Nieto, responsables de Lagasca, han querido reconvertir el amplio y clásico salón en un bistró del siglo XXI. Para quienes no estéis familiarizados con el término, con este nombre se conocían las tascas y tabernas de comida rápida de París que se convirtieron a lo largo del siglo XX en un punto de referencia del modo de vida en la capital francesa. Son locales con origen popular, en los que se servía sobre todo vino, pero también platos tradicionales, elaborados con alimentos frescos y saludables. El menú de los bistrós, al igual que su decoración, se ha ido renovando con elegancia, debido al auge de la comida tradicional y regional y según cita la Wikipedia, algunos chefs anglosajones, como Jamie Oliver y Gordon Ramsey, han hecho referencia a este estilo, que vuelve a cobrar auge con establecimientos de reciente creación cuya cocina se basa en platos clásicos.
   Por el momento, la transformación de nuestro bistró ha tenido como protagonista a la barra del local, a la que se ha querido dar mayor realce, pero de una forma sutil, así como al rincón que sirve de conexión entre la cocina y el comedor, decorado hasta ahora con un aparador.



   La barra se ha recubierto de hierro anodizado, especial para evitar oxidación y que da un toque industrial a este elemento tan significativo del restaurante, como podéis comprobar en esta sucesión de imágenes. Se buscaba también un efecto espejo, que se ha complementado con la iluminación led en la pared trasera.




   El aparador, se ha sustituido en este rincón por esta espectacular vitrina francesa que puede datarse entre los años 30 del pasado siglo. Algo que se ve en los cristales antiguos, que no son uniformes, sino que simulan hacer aguas, casi emplomados.

   Sobre la vitrina, destacan las antiguas damajuanas para vino, a las que se les retiró el mimbre que las recubría _son un objeto de decoración vintage a la última_ y, junto al mueble, se colgaron tres platos de cerámica inglesa Davenport (años 30 y 40). Completa el rincón un biombo que permite realizar la transición desde la cocina y este entorno afrancesado a la zona de comedor.



   Como en todo bistró que se precie, la comida es fundamental. Esto se refleja también en la decoración con pequeños detalles que son guiños a esta filosofía. Por ejemplo, las repisas y ventanales junto a la barra están decorados ahora con un pequeño jardín de plantas de especias, y con fuentes que entremezclan los aromas del limón y la hierbabuena.




   Y, como centros de mesa, las dos Mercedes han elegido estos botes que nos miran de la firma danesa Miss Etoille (en Pontevedra solo los podéis encontrar en nuestro espacio de Manuel Quiroga, 17), rellenos, cómo no, con comida. Alubias, lentejas, garbanzos... Productos aderezados con flores minimal, como la paniculata.


   Otro de los rincones del restaurante muestra esa mesa de diseño sueco de madera de mango, elaborada bajo la premisa de la sostenibilidad ambiental.


   Este estreno en el Día de la Madre tuvo otro guiño, con las lámparas de letras que formaban la palabra "Mami" en una de las paredes.


   Pronto, los socios del Casino podrán conocer el resultado final del proyecto. Mientras tanto, pueden seguir degustando los menús de la chef Carla Álvarez. ¡Buen provecho!
ALI M.












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