Un puntazo para el "yarnwork"

 Está en pleno casco antiguo de Pontevedra, pero la calle Manuel Quiroga suena estos días de Navidad más que nunca a vanguardia. No en vano, lleva en su ADN los acordes de un músico adelantado a su tiempo. Ahora, los que han innovado son los comerciantes de esta calle, que en su práctica mayoría se han sumado al nuevo movimiento artístico denominado yarnwork y que consiste en envolver elementos de la naturaleza y mobiliario urbanos con enormes y coloridas bufandas. 

   Si en estos días habéis paseado por esta calle pontevedresa ya habréis reparado en una decena de bajantes recubiertas de lana de colores. Y es que el yarnwork comenzó como un intento de revitalizar ambientes urbanos, rodeando con bufandas desde árboles a farolas, aparcamientos para bicis o bancos, y cada vez está más en auge. En este enlace (www.mypinkadvisor.com/arte-instalacion-arboles-con-bufandas) podéis comprobar hasta qué punto puede este arte embellecer un entorno.

   A iniciativa de los comerciantes de la calle, entre los que está Lagasca Vintage Backstage, Chelo Rodríguez González fue la encargada de calcetar los 39 ovillos de lana de colores que ahora cuelgan de las fachadas de piedra de Manuel Quiroga. Cuenta que empleó "mañana, tarde y noche" durante once días en este trabajo y bromea diciendo que aún le duele el brazo, pero insiste en que el resultado "desde luego compensa".

   "Yo no conocía este tipo de arte _comenta Chelo_ y busqué información por Internet. Me gustó mucho verlo en árboles y aquí, con las bajantes no es lo mismo, es más complicado, pero me encanta el resultado. Creo que es una idea súper original y ha quedado fenomenal, y llama la atención que es de lo que se trata". En total, confeccionó 13 bufandas, aunque ella prefiere hablar de 12+1.

     A juego con los elementos del casco antiguo pontevedrés, el efecto de las bufandas es sorprendente.

   Mercedes Escauriaza, dueña de Lagasca Vintage junto a Mercedes García-Nieto, explica que se han elegido en su mayoría tonos rosas, naranjas y morados, en busca de "mayor calidez". El resultado no me digáis que no es un puntazo, nunca mejor dicho. La calle se ha puesto un abrigo de lo más rejuvenecedor.

   Ya os dije en el anterior post que sacaríamos una decoración navideña alternativa a la calle. Pero esto es un no parar. Estamos tejiendo nuestra próxima sorpresa...

ALI M.