Hace unos días leí en Twitter una de esas noticias que pasan desapercibidas entre la vorágine con que nos arrastra la actualidad diaria. Es una historia familiar, humana y bonita, sin carga de tragedia o conflicto. Puede que para muchos ni siquiera sea noticia, pero me ha llamado mucho la atención. Simplemente habla de una preciosa tradición que han seguido las novias de la familia norteamericana de Abby Kingston, que es utilizar el vestido que un día de 1895 se puso su bisabuela Mary Lowry Warren. Como explican en abcnews , donde os muestran a Abby probándose la prenda, la protagonista de esta historia reparó por primera vez en el vestido cuando tenía ocho años de edad, ya que las novias de la familia aparecían luciéndolo en los retratos fotográficos colocados sobre el piano de casa. Una de ellas era su madre. Como es natural, no todas las chicas de la familia tienen las mismas medidas, y como su bisabuela era más bajita, Abby se puso en manos de la diseñadora Deborah LoPresti para adaptarlo a la modernidad. También debido a su fragilidad, lo llevará solo en la ceremonia de cóctel. Será la novia número once de la familia en mostrarlo con orgullo, como hace en la siguiente imagen que ilustra el reportaje de abcnews. Por cierto, que hasta tiene un aire con el icónico de Diana de Gales, sobre todo en las mangas.
Si os gustan las prendas con historia, Lagasca Vintage Backstage es vuestra concept store. En uno de nuestros escaparates tenemos (es la primera foto del post) un vestido cincuenta años más joven que el de Abby, pero con la misma carga vintage. Tanto puede serviros para llevar en vuestro gran día como en cualquier otra ocasión especial. Viene de París, y entre sus delicados materiales está la seda, crepe de seda y pedrería. Este estilizado vestido de tirantes es una joya en sí misma y en detalle se percibe todavía más. Os lo muestro:
Si la parte delantera es espectacular, la trasera no se queda atrás, valga la redundancia.
Es uno de esos vestidos a los que ni les falta ni les sobra nada. Pero el otoño y el invierno nos pedirá algo encima. Nuestra sugerencia es esta preciosa capa de lomos de visón rubio, que además es también de la década de los cincuenta.
La guinda al estilismo la pone este abanico vintage total, que viene de Portugal. Es de madre perla y encaje de Bruselas.
Arropando el vestido en nuestro escaparate de Manuel Quiroga 17, hemos dispuesto este magnífico chal de origen indopaquistaní.
Si alguna de vosotras sois invitadas a un enlace tan especial, os sugerimos estos complementos.
En esta otra imagen podéis apreciar el perfil del vestido, colocado por una de las responsables de Lagasca, Mercedes Escauriaza.
No quería despedirme en este post sin volver a traer a la palestra este tubo de uso industrial textil del que os hablé en otra ocasión en el blog. Ahora que ha pasado por las manos de Mercedes Escauriaza y Mercedes García-Nieto, se ha convertido en una preciosa mesa iluminada apta para cualquier rincón del hogar o para un establecimiento de hostelería.
ALI M.
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